Hay cosas -como la comida- que entran por los ojos.
En el caso de algunos espectáculos teatrales, me sucede exactamente éso. Si la primara imagen me desagrada, quedo mal predispuesto a la obra.
Hoy, mientras tomaba mi café con leche, le eché una miradita al diario, y como el suplemento de espectáculos estaba a un costado, la imagen de la tapa me llamó poderosamente la atención.
Tuve que darle una segunda y hasta una tercera ojeada para asimilar bien lo que estaba viendo.
Había visto una enorme mantarraya y me pareció que había algunos peces y una señorita MUY LLAMATIVA.
Mi subconsciente (parecía Walter Ego) me gritó en el oído: ¡Qué son… ¿tetas?!
Tardé un momento en darme cuenta que el problema no era yo. Los diseñadores de Disney habían creado un traje en el que las caras de los peces quedaban a la altura del pecho de los patinadores, y en el caso de que fuera una patinadora, tanto la forma de la cabeza como la ubicación de los ojos -del pez, por supuesto- terminaban dando una imagen confusa.
Era nada más ni nada menos que Nemo, el pez payaso de la película Buscando a Nemo -Finding Nemo- en la versión de Holliday on Ice.
Por supuesto, que si no les parece que la tapa del suplemento de espectáculos no es suficiente, están las fotos interiores, que aparecen a doble página central.
Click en la foto la amplía.
Pueden decirme lo que quieran, pero los ojitos de Dory están colocados de manera inequívoca sobre las redondeces pectorales de la patinadora… y conste que no soy un esteta. <8-D