No voy a descubrir nada.
Oriente es muy distinto de Occidente.
Pero creo que nunca dejaré de sorprenderme con algunos «detalles» de la cultura japonesa.
Este video educativo para enseñarle a los chicos a controlar sus esfínteres, me ha dejado anonadado.
El ver a un soretito diciendo ¡Mutso, mutso! (como si no pudiera decir correctamente ¡Mucho mucho!) me tomó desprevenido… pero el nene del final haciendo fuerza mientras el gatito de plástico lo alienta y le pone música de fondo…
Vean qué lejos estamos de Japón. Y no sólo geográficamente.