A veces nos encontramos con situaciones paradojales.
Cuando Napoleón Bonaparte (a él se atribuye la frase) le dijo a su criado: «vísteme despacio que estoy apurado», creaba una paradoja que se volvió famosa. Simplemente la frase hace referencia a que al no apurarse, existen menos posibilidades de equivocarse, y por lo tanto, más oportunidades de hacer el trabajo más rápido.
Circulan PPSs y cadenas de mails en los que se hace referencia a frases maternas contradictorias como: «te dije un millón de veces que no exageres» o la que dice «cerrá la boca y decime qué fue lo que realmente pasó».
Imagínense ustedes que tienen un edificio con valor histórico que está siendo utilizado como banco.
Conociendo a los argentinos (ignoro qué pasa en otros países), queremos conservarlo en el mejor estado posible, evitando que peguen afiches publicitarios, que hagan pintadas callejeras (graffittis) o pintadas políticas apoyando a candidatos para toda clase de cargos.
¡Qué problema!
¿Ponemos custodia policial las 24 hs del día los 365 días del año?
Lo mejor es avisar y esperar que la buena voluntad de los usaparedes respete el pedido.
Piensen cómo lo harían con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, sucursal Avellaneda.
Quizás hayan llegado a la misma solución que los responsables de cuidarlo.
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