Diferentes culturas, diferentes frases.
El siguiente caso es verídico, me consta.
Sala de ginecología del Hospital Rivadavia.
Jovencita internada. No recuerdo si por un fibroma descubierto en radiología o una tomografía.
Ingresa el médico, también joven.
-¡Hola! ¿cómo estás?
-Bien.
-¿Cómo te llamás?
-María (no tengo datos firmes del nombre).
-Bueno, te voy a revisar… ¿has tenido relaciones?
-Sí, muchas.
(A los médicos les encanta la sinceridad).
– Bueno, a ver…
(Comienza la exploración manual).
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