El martes pasado, 13/10/09, aprovechando que estaba libre, decidí hacer un tour fotográfico por el Zoológico de Buenos Aires.
Lo pasamos requetebien Tere y yo, y regresamos a casa luego de 6 horas de paseo y fotos.
Todo muy bien, pero…
Cuando llegamos a la parte en la que se encuentran las jaulas de los monos patas y los papiones, pudimos observar con asombro como una cría de papión estaba jugando con una gran botella plástica de gaseosa aplastada, la que al golpearla, arrastrarla y morderla, hacía un ruido que evidentemente les llamaba la atención.
Buscamos inmediatamente a uno de los muchos empleados que hay en el zoológico, pero no pudomos hallar a ninguno.
Decidimos seguir con el recorrido y avisar al primero que viéramos.
Luego de pasar la jaula de los cóndores se encuentra el edifcio de la Selva Subtropical, que tiene caseta a la entrada con un empleado. Había dos. Les avisamos lo que pasaba y uno de ellos le pidió al otro que llamara para avisar.
Luego de un par de horas más, volvimos a pasar por la jaula de los papiones y comprobamos que la botella seguía allí, con la diferencia que esta vez, el juego era entre la -a mí me pareció la misma- cría y un macho adulto. El juego consistía en que la cría escapaba con «su tesoro» y el adulto la perseguía sin terminar de apoderarse nunca de la botella.
Quizás no esté mal que los monos jueguen con una botella de gaseosa, que ésta nunca se rompa como para que puedan tragarse pequeños pedazos y lastimar u obstruir el conducto respiratorio o el digestivo.
Como no lo sé, hago la pertinente denuncia.
Aquí la foto como prueba.
Click en la foto la amplía.
Para ver la ubicación de los animales, entren al sitio del zoológico de Buenos Aires.