Walter Ego: Es el día de la mujer!!!…
Yo: Sí.
W.E.: ¿Y por qué?
Y.O.: Mmmmm. No sé.
W.E..: ¿Es como un día del animal pero para uno aún más inferior?
Y.O.: ¡No seas bestia!
W.E..: ¿Acaso hay un día del hombre?
Y.O.: Nnno.
W.E.: ¿Entonces?
Y.O.: Entonces… ¿qué?
W.E.: …Que tengo razón.
Y.O.: ¡Dejate de decir pavadas! ¿querés?
W.E.: Entonces tendré que demostrártelo con un informe científico…
Y.O.: ¿De qué estudio me estás hablando?
W.E.: De uno que demuestra palmariamente que la mujer es inferior.
Y.O.: ¡Por favor!
W.E.: Fijate. Es IM PER DI BLE:
La mujer es inferior
«Cabellos largos, ideas cortas» (Schopenhauer)
A fuerza de alaridos e incongruencias, miles de revolucionarias reblandecidas se debaten, no sin torpeza, en el estéril intento de demostrar que «la mujer es igual al hombre».
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