Los conquistadores llegaron a estas tierras no con la altruista idea de compartir su conocimiento con los que las habitaban, sino con la intención de dominarlos, imponerles no sólo su voluntad, sino sus ideas, las cuales iban en un único sentido.
Fue así como se les impuso una religión ajena por completo a sus tradiciones, una sociedad de explotación a favor de los nuevos amos y una economía de pauperización.
Cuando vieron que los indígenas tenían oro y plata, decidieron cambiárselos por cosas que éstos no tenían: espejitos y cuentas de colores – por ejemplo -.
Como ése tan favorable – para los conquistadores – intercambio pudo prosperar, todos los conquistadores futuros y en todas las latitudes los emplearon.
El día 26/10/2004, en la Argentina, la ¿justicia? lo convalidó. Sigue leyendo