Cada vez estoy más convencido de que en materia de arte no existen límites.
También creo que en materia de artistas, podemos afirmar que estos no tienen techo.
Pero más allá de lo lo que cada uno de nosotros pueda «creer» respecto a este tema, hay algo indiscutible:
Están los «artistas» que crean «arte» para poder comer, y algunos, gracias a su trabajo comem muy bien.
Toda esta introducción viene a colación de lo que el 15/12/2013 encontré en una galería de la calle Defensa en el día en que la feria de San Telmo de Buenos Aires habilita la calle para puestos de artesanos y vendedores de antiguedades expandiendo lo que antes se limitaba a la Plaza Dorrego, convirtiendo el barrio en un polo de atracción de turistas de distintas partes de Argentina y el resto del mundo, aunque muchos vecinos de Buenos Aires ocasionalmente hagan un recorrido por el barrio un domingo.
Y aunque parezca increíble, esto es lo que enonctré: Sigue leyendo