Café de por medio, Luis quiso disfrutar un rato con las frases ocurrentes del rubro 59 del suplemento de avisos clasificados de Clarín.
Encontró varios sumamente creativos. Pero cuando siguió, llegó a la parte de ofrecimiento de «maduras».
Más allá de que cuando leía lo que me había mostrado me causaba gracia imaginarme qué tipos de post podría hacer con estos avisos, luego la bronca (ira, furia en argentino), me ganó, y escribo esto para protestar -al pedo, lo sé- por las condiciones de vida de mucha gente.
Tal como dije en el título, cuando la necesidad es mucha, la vergüenza debe ser inversamente proporcional.
Andrea, de 65 años de edad, bien lo debe saber. Ofrece sexo, probablemente para poder seguir viviendo.
Pero como no debe ser fácil, lo ofrece mendigando el pago.
Probablemente debe ser igual el caso de Tita, que si bien no pone el importe, se «promociona» como una «mujer INOLVIDABLE».
¡Y vaya si lo será!
74 años y con 120-70-100 como medidas, seguramente te dejará un recuerdo imborrable.
Ni con toda una vida de terapia vas a poder superar el trauma.
Ahora sin chistes: me apena mucho que haya gente que al llegar a la tercera edad, necesite de un trabajo -y sobre todo- insalubre para poder subsistir.