Diferentes culturas

No voy a descubrir nada.

Oriente es muy distinto de Occidente.

Pero creo que nunca dejaré de sorprenderme con algunos «detalles» de la cultura japonesa.

Este video educativo para enseñarle a los chicos a controlar sus esfínteres, me ha dejado anonadado.

El ver a un soretito diciendo ¡Mutso, mutso! (como si no pudiera decir correctamente ¡Mucho mucho!) me tomó desprevenido… pero el nene del final haciendo fuerza mientras el gatito de plástico lo alienta y le pone música de fondo…

Vean qué lejos estamos de Japón. Y no sólo geográficamente.

¿Buscaron acá?

George W. Bush invadió Irak en busca de las armas químicas que se suponía que tenía Sadadm Husein.

No las encontró.

Y no me extaña.

De lejos se nota que Bush no es muy inteligente. No hace falta escuchar lo que dice ni ver lo que hace.

Bien podría habernos preguntado a nosotros, los argentinos, que de onda le hubiéramos podido decir quién las tiene y quién no.

Argentina es un país que tiene todo bajo control.

Registro de armas quimicas
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Si no me creen, vayan al registro y véanlo por ustedes mismos.

Ley de silencio “pro impunidad”

Hay muchos momentos en los que pienso que las religiones, desde hace ya mucho tiempo, se han convertido en corporaciones.

Debe ser todo un tema el plantearse qué defender primero: la religión como doctrina o como institución para defender la doctrina.

Una religión sin una organización que mantenga encausados a sus fieles dentro del dogma, probablemente degenerase en una interminable cantidad de sectas, tomando cada una su propio camino.

En algún momento, el control que ejerció la religión sobre los hombres, la convirtió en un elemento de poder. A partir de allí, la espiritualidad dejó paso a la materialidad.

Cada vez más, fue prioritario el defender a la institución a como diera lugar, generando leyes propias (internas y secretas), que en nada se condecían con el alma y el espíritu.

En el afán de mantener el poder, se lapidó, quemó, flageló; se condenó socialmente a quienes declaraban fuera de la religión; exclusión que en muchos casos era peor que los castigos físicos. La sociedad los rechazaba, porque previamente, la religión se encargó de ocupar un lugar de poder en el gobierno para legitimar su accionar represivo.

No estoy hablando de ninguna religión en particular. Periódicamente nos llegan noticias de «abusos» cometidos en nombre de la religión, sin importar cuál sea ésta.

Pero lo que originó este post es la noticia aparecida en el periódico Guardian en su sección The Observer, cuando menciona que Joseph Alois Ratzinger, alias el papa Benedicto XVI, envió una «orden secreta» en 2001 a los obispos para que mantuvieran en secreto las pruebas de abuso sexual a menores de edad (pedofilia) por parte de sacerdotes católicos. Este secreto debía extenderse hasta 10 años después de que las víctimas cumplieran la mayoría de edad. De no cumplirse con lo ordenado, se corría el riesgo de ser excomulgado.

Semejante orden, tiene como fin (es evidente) que estos abusos no tomen estado público para no mancillar «el buen nombre de la Iglesia».

Como queda claro, las víctimas serían algo así como un «daño colateral» en la guerra contra «los infieles» o agnósticos.

Aquí es donde se puede apreciar la dicotomía que marco en el segundo párrafo. Imagino que tranquilizarán sus ¿conciencias? suponiendo que Dios recompensará largamente a las pobres víctimas en el más allá.

Algunas páginas en español que hablan sobre el tema (no califico su postura, las refiero porque hablan del tema):

Página 1
Página 2
Página 3

¿Quién sería responsable?

Imaginen una playa muy ancha: unos 200 metros.

Traten de visualizarse en ella.

Visualicen a su familia, hijos incluídos – aunque no los tengan -.

Ahora, algunos tiéndanse a disfrutar del sol.

Otros, salgan a caminar cerca del agua.

Por favor, que algunos de los caminantes lo hagan por la zona de las dunas.

Pónganse otros a jugar a las paletas.

Algunos al tejo.

Unos pocos al frisbee.

Es el momento en que ud. puede relajarse completamente; cerrar los ojos y disfrutar del descanso y de la ausencia de preocupaciones…

… algo anda mal… Sigue leyendo

Castigar a los padres

En los últimos días, desde los medios llega la noticia de que se estaría «promocionando» la idea de castigar a los padres de los menores que se encuentren alcoholizados en la vía pública.

Que hay que hacer algo, no cabe duda.

¿Pero castigar a los padres, es «la solución»? Sigue leyendo