Cuando hace pocos días, el 6, para ser más precisos, me uní a la campaña que organizaba Avaaz para ayudar a las víctimas de la guerra civil en Sri Lanka, enviando un mail a la secretaria de estado de los Estados Unidos de Norteamérica, Hillary Clinton, nunca imaginé que sería cortesmente atendido.
En anteriores campañas con Jorge Caminador Arbusto (George Walker Bush), los mails llegaban (si lo hacían) al departamento de estado y ahí terminaba la cosa. Por lo menos eso espero, no quisiera aparecer en la lista de los más buscados por el FBI o la CIA por el simple hecho de protestar o peticionar.
Seguramente a todos y cada una de los 111.216 personas que nos sumamos a esta campaña les habrá llegado la misma respuesta.
No sé si la política exterior yanqui va a cambiar, y si lo hace si es mucho o poco, pero es todo un gesto que se ocupe de responder a quienes desde diferentes partes del mundo preguntan o cuestionan.
Esto es lo que me llegó a mi cuenta de correo:
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