Ley de silencio “pro impunidad”

Hay muchos momentos en los que pienso que las religiones, desde hace ya mucho tiempo, se han convertido en corporaciones.

Debe ser todo un tema el plantearse qué defender primero: la religión como doctrina o como institución para defender la doctrina.

Una religión sin una organización que mantenga encausados a sus fieles dentro del dogma, probablemente degenerase en una interminable cantidad de sectas, tomando cada una su propio camino.

En algún momento, el control que ejerció la religión sobre los hombres, la convirtió en un elemento de poder. A partir de allí, la espiritualidad dejó paso a la materialidad.

Cada vez más, fue prioritario el defender a la institución a como diera lugar, generando leyes propias (internas y secretas), que en nada se condecían con el alma y el espíritu.

En el afán de mantener el poder, se lapidó, quemó, flageló; se condenó socialmente a quienes declaraban fuera de la religión; exclusión que en muchos casos era peor que los castigos físicos. La sociedad los rechazaba, porque previamente, la religión se encargó de ocupar un lugar de poder en el gobierno para legitimar su accionar represivo.

No estoy hablando de ninguna religión en particular. Periódicamente nos llegan noticias de «abusos» cometidos en nombre de la religión, sin importar cuál sea ésta.

Pero lo que originó este post es la noticia aparecida en el periódico Guardian en su sección The Observer, cuando menciona que Joseph Alois Ratzinger, alias el papa Benedicto XVI, envió una «orden secreta» en 2001 a los obispos para que mantuvieran en secreto las pruebas de abuso sexual a menores de edad (pedofilia) por parte de sacerdotes católicos. Este secreto debía extenderse hasta 10 años después de que las víctimas cumplieran la mayoría de edad. De no cumplirse con lo ordenado, se corría el riesgo de ser excomulgado.

Semejante orden, tiene como fin (es evidente) que estos abusos no tomen estado público para no mancillar «el buen nombre de la Iglesia».

Como queda claro, las víctimas serían algo así como un «daño colateral» en la guerra contra «los infieles» o agnósticos.

Aquí es donde se puede apreciar la dicotomía que marco en el segundo párrafo. Imagino que tranquilizarán sus ¿conciencias? suponiendo que Dios recompensará largamente a las pobres víctimas en el más allá.

Algunas páginas en español que hablan sobre el tema (no califico su postura, las refiero porque hablan del tema):

Página 1
Página 2
Página 3

CHEEEE… MARRONE!

Este post viene con un pedido solidario al final.

Aunque no lo puedan creer, Marrone quiere iniciarle acciones legales a mi esposa.

Es en serio.

Les hago una breve reseña:

Teresita, tal como puse en el post …¿ Y a donde los llevo?, trabaja en dos obras de teatro infantil que se están presentando en la ciudad de Avellaneda en estas dos semanas de vacaciones (escolares) de invierno.

Como los políticos siempre usan a la gente, aprovechan todas las oportunidades posibles para hacer «campaña». Puede ser que sea muy bien intencionada, pero como dice el refran, «el camino del infierno está sembrado de buenas intenciones».

El teatro Roma, en medio de una representación, se vio invadido por una horda de personas que haciendo sonar bombos, irrumpió en la sala llevando a una gran cantidad de niños para que pudieran disfrutar de una obra de teatro especialmente dirigida a ellos.

Como se imaginarán, se armó un revuelo que generó la salida de todos los espectadores que habían abonado su entrada, que por más que se fueron con el dinero, porque por supuesto se les devolvió la entrada, se vieron envueltos en un ¿escándalo?, ¿mitin? en el que no querían participar.

Enojada, mi esposa escribió un post en donde reflejaba los hechos y daba su opinión al respecto.

Éste es el texto:

Ayer arrancó vacacionarte en Avellaneda.
Nuestro elenco, Alma de Avellaneda, había debutado un día antes con Pinocho.
Como ya creo haber comentado vamos a tener tres funciones diarias, dos en el Teatro Roma y una en el María Luisa Robledo.
Pero a último momento la Secretaría de Cultura nos canceló una función del día de hoy y nos sumó la misma ayer. Por lo tanto cumplimos nada menos que cuatro funciones.
Desde ya que quedamos de cama, no hubo tiempo de recuperación entre una y otra, tan pronto se terminaba la primera empezaba la segunda y así sucesivamente.
En verdad Avellaneda resulta un centro cultural importante, lástima que encontramos una de cal y otra de arena.
Si bien durante todo el año y en especial en vacaciones de invierno hay muchas y variadas propuestas, la organización y la difusión en muchos casos deja que desear.
El colmo del desorden lo experimentamos ayer, nosotros y el público que asistió a la función de las 13.45 hs.
En medio de la misma irrumpieron en el teatro los secuaces del Secretario de Cultura, Hugo Carusso.
Como podrán leer en la nota adjuntada «vacacionarte» el lanzamiento de este ciclo se daba en la plaza Alsina a las 13.30 hs.
Pero los muchachos del partido político que gobierna nuestra ciudad, llegaron al teatro tocando bombos e hicieron ingresar a cientos de chicos en plena función.
El mismo secretario hizo interrumpir abruptamente ésta, el público abucheó, nuestra directora Mónica Magrini salió a dar las disculpas pertinentes, eso sí en forma medida, no se puede ir sobre la autoridad con el riesgo de quedar sin trabajo.
Por supuesto que el verdadero responsable no dio la cara, como buen político se escondió en su madriguera.
Cuando retomó la obra, el teatro estaba lleno de chicos, invitados por el municipio, pero la gente que había abonado su entrada se había retirado.
Hubo que remontar el mal trago pero todo salió artísticamente muy bien por suerte.
Por mi parte, disfruto mucho el poder llevar una sonrisa a los niños, y me alegra sobremanera que los chicos más humildes tengan la posibilidad de acercarse.
Pero sí quiero aclarar que por esto nosotros, los artistas, no cobramos un peso y es más, las entradas que el público había abonado fueron devueltas.
Este post lo escribo con bronca, mucha bronca, porque los politiqueros nos usaron, usaron a los chicos invitados con fines espurios, y le faltaron el respeto al elenco, al público y al espéctaculo en general.

Hace un par de horas, Teresita regresa del teatro, y comenta que el director del teato Roma, Arturo Marrone, la increpó por el post que ella había puesto en su sitio personal.

La amenazó con iniciarle acciones legales por lo que había escrito.

Sintió que cuando se menciona en el post a los secuaces, se lo estaba involucrando. Que eran términos ofensivos.

secuaz.
(Del lat. sequax, -ācis).
1. adj. Que sigue el partido, doctrina u opinión de otro. U. t. c. s. U. m. en sent. peyor.

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Y sí, el sentido peyorativo que se le da a la palabra es más que adecuado. Permitió y/o justificó el desprecio por el público, los actores y todo el personal que trabaja para que esas obras sean puestas en escena.

La sensación que me queda es que lo que está mal, no es el acto en sí, sino el comentarlo. Nadie se enoja con el secretario de cultura, educación y promoción de las artes de Avellaneda, Hugo Caruso, que llegó con los manifestantes y el público infantil al teatro, sino con quienes no están de acuerdo con que las cosas sean mal hechas.

Sigan dándole a los chicos que no tienen, lo que todos los chicos merecen. Pero también merecen recibir respeto y educación.

Ahora, EL PEDIDO SOLIDARIO.

Quisiera que todos aquellos que tengan un sitio personal, se hagan eco de ésto, porque siempre queda la horrible sensación de que hay una amenaza – de toda índole – flotando por ahí cuando los políticos están de por medio.

No sea cosa que porque demos nuestra opinión en contra de los que están en el poder – de turno – nos veamos de alguna manera perjudicados.

La idoneidad de un candidato

Yo puedo hablar de la Argentina por el derecho que me da el haber nacido y vivir aquí.

Ese mismo derecho lo tienen quienes han nacido aquí, y por los motivos que sean, estén viviendo en otro país.

Habría que hacerlo extensivo a quienes habiendo nacido lejos, viven por las razones que sean, en este país.

Por último, también tienen derecho a opinar quienes desde afuera – y bajo la óptica que les dan las costumbres y culturas de todos y cada uno de los países del globo – miran hacia la Argentina. Sigue leyendo

Chicas peleando

Tengo una escuela primaria a la vuelta de casa; es pequeña y a ella concurren chicos que en su gran mayoría son humildes, de barrios humildes, y se nota por la ropa que usan, por las palabras que emplean y por la «tonadita» y las frases que repiten hasta el cansancio.

Mi hijo Martín va a otra escuela – VER POST -, que queda a unas 10 cuadras (manzanas) de casa. Todas las tardes lo voy a esperar a la parada del colectivo (ómnibus) y me encuentro con los chicos que salen del cole.

Pero lo que vi ayer, me impactó, me dejó impresionado.

Si bien estoy acostumbrado a que algunos chicos se persigan, se empujen o amaguen con una peleíta, o que a veces haya algún golpecito, la pelea de ayer fue diferente a todas las que había visto hasta hoy, y eso que con mis 46 (¡cuántos!) he visto peleas de todo tipo, cerca de casa tenía dos grandes potreros (terrenos baldíos), uno era Casa Amarilla y el otro el predio donde ahora se encuentra el barrio Catalinas Sur. Varias canchas de fútbol, «montañitas» de tierra para trepar y tratar de capturar o defender del «enemigo», vegetación abundante para realizar entretenidas expediciones en busca de lo extraño.
Se imaginan que peleas he visto en varias oportunidades, pero la de ayer quiero compartirla con ustedes, quizás sea «normal» o no. Sigue leyendo