Este post está íntimamente ligado al anterior de la serie «Los violadores».

Esto pasó hoy.

Mismo lugar, aproximadamente la misma hora, la misma infracción, pero distinto auto.

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Lo más indignante del caso, no es la infracción en sí, sino que se comete a 50 metros del antiguo Palacio Municipal, donde estaba estacionado sobre la vereda un patrullero.

Fíjense, que desde el patrullero puede verse al infractor.

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¡Y yo, iluso de m….., pretendo que se respeten las normas de tránsito!…