Quienes tienen la costumbre de no respetar las normas de tránsito, hacen de éso un estilo de vida. Llegan incluso a extremos increíbles, como lo que pueden ver en la foto de más abajo:
El Jueves 18 en la Avenida Mitre, en Avellaneda, un automovilista decidió estacionar su auto a las 4 de la tarde en el último lugar posible antes de la subida al puente Pueyrredón.
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Si hay gente que no tiene límites, es porque nadie está interesado en ponérselos.