Contaminación

Hemos escuchado muchas veces que estamos contaminando el medio ambiente. Uno de los hábitats que se ven afectados es el marino.

Pero… ¿hasta qué punto lo contaminamos verdaderamente?

Siendo tan grande, ¿cómo puede ser posible que unos seres tan insignificantes como nosotros lo estemos destruyendo?

Quizás no nos damos cuenta de que contaminar no significa tan sólo arrojar productos tóxicos de manera visible, sino que estos elementos no son biodegradables, que no existen seres vivos ni reacciones químicas que puedan descomponerlos y transformarlos en elementos aprovechables para el medio en que se encuentran.

Desechamos en el mar elementos que necesitan muchísimos años para descomponerse; Una botella de vidrio (tiempo indeterminado), una lata de gaseosa (350 a 400 años), una bolsa plástica (500 años).

Una clara prueba de lo que arriba digo es la foto, que saqué en febrero en la playa de San Clemente, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

En la bolsa, se encuentran adheridos varios ejemplares de Semibalanus balanoides, una variedad de los percebes, que necesita varios años para crecer.

No tengo idea de cuánto tiempo la bolsa anduvo a la deriva, antes de quedar depositada el tiempo suficiente como para permitir el crecimiento de vida. Tampoco sé en cuál playa (de qué país) fue arrojada.

De todas maneras, las mareas la pueden seguir paseando por todos los mares del mundo. Tiene 500 años para dar la vuelta al mundo.

La próxima vez que tengan algún residuo para descartar, busquen un cesto, y si no tienen uno a mano, no lo arrojen en cualquier lado, esperen hasta encontrar uno, aunque tengan que esperar a llegar a sus casas.

La foto no me deja mentir.

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