Argentina tuvo muchos «desaparecidos» durante la dictadura militar que tomó el poder en el ´76.
Miles – la cifra varía según quien haga las cuentas – de personas. Pero tal como lo expresó Videla en su momento, son personas de las que no se puede decir nada, porque «no están», simplemente «están desaparecidas».
Masera mostraba papeles que él decía que eran cartas de detenidos – que se encontraban en el exterior – que agradecían el trato recibido durante su detención.
Luego de mucho tiempo, comenzamos – el resto del mundo lo sabía desde mucho tiempo antes – que éstas personas fueron torturadas de las maneras más crueles que uno pueda imaginarse.
La teoría del enemigo interno, propuesta por Estados Unidos de Norteamérica, fue llevada a cabo en América Latina en muchos países, llegando a su máxima expresión en la Argentina.
Los argentinos tuvimos esos centros de detención clandestinos, de los que nos enterábamos por comentarios, nunca por la prensa, porque claro, eran clandestinos.
Los norteamericanos sí saben de la cárcel de Guantánamo, porque lo pueden ver en las noticias si quieren.
Pero en esa cárcel, según pudimos ver en filmaciones hechas a escondidas, también se tortura: se mantiene en silencio a los prisioneros, se les impide movilizarse, se les tapa los oídos para que no reciban estímulos externos, se los enguanta para que no puedan tocar nada…
Éso es lo que sabemos. Sólo Dios sabe qué otro tipo de trato reciben esos detenidos.
Pero lo más increíble, es que no son personas que estén presas por haber cometido algún delito. Son personas que están sospechadas de ser terroristas – como en la Argentina – pero que al no tener pruebas suficientes como para ser llevadas ante un jurado, son «oficialmente secuestradas».
Ahora Bush pretende que el gobierno o los servicios secretos puedan «legalmente» mantener por tiempo indefinido a esas personas detenidas y absolutamente incomunicadas ver noticia. Sin ningún derecho a juicio ni a abogados, ni visitas de ninguna clase, ni siquiera que algún organismo internacional humanitario o de derechos humanos pueda hacer nada por ellos.
¿Se imaginan la cantidad de opositores que podrían pasar «legalmente» a engrosar la lista de los detenidos sin proceso?
¿Cuántos críticos del sistema que lleva adelante el gobierno de Bush podrían «desaparecer» de la escena pública?
Podrían detenerlos en cualquier parte del mundo, ya que los servicios secretos podrían sacarlos del país con facilidad, aun sin ayuda de su gobierno, como lo han hecho en muchas oportunidades.
El tristemente famoso senador Mc Carthy, pasaría a ser un bebé de pecho al lado de lo que es y quiere ser Bush.
Espero que lo que quede de racional en el congreso norteamericano le gane a la locura del exterminio.
sacame de la duda, que hablas de derechos humanos,sos de los que protege a los ponebombas,a los violadores,a los asesinos de abuelitos, vos crees que esta gente tiene derecho a juicio en tribunales
Bush o Bin Laden, no utilizan tribunales.
Sí, lo que hacen, es «montar» simulacros de juicios justos.
Ambos atacan lo malo del otro.
La gente que muere (víctimas), son apenas «daño colateral».
Empleados en las torres gemelas en EEUU.
Pacientes en hospitales de Afganistán e Irak.
Si no los llevamos a un juicio que se base en las leyes que ellos mismos dicen defender, seremos nosotros igual a ellos.
Visceralmente, te diría que no.
Moralmente te digo que SI.
Éso sí, hay que aplicar la ley con todo el rigor posible.
Que los mates o los encarceles a pan y agua de por vida, no va a servir de escarmiento para los fanáticos, fundamentalistas o ambiociosos.
Pero va a servir para detenerlos en cuanto comiencen a trasgredir las leyes.