El domingo 16 nos desayunamos con que la justicia indagaría a un inescrupuloso ladrón que le había robado un juguete de $70,= (+/- U$S25,=) a un inocente niño de 6 (sí, seis) años.
¡Cuánta indignación! Quién sabe con qué fin le había sido hurtado su preciado (?sobrevaluado?) muñeco.
¡Qué suerte que la tan vapuleada Justicia Argentina actuó con la celeridad que tantas veces le pedíamos!…
Después de ese desayuno, vino la indigestión: El malhechor desalmado tenía 5 (sí, cinco) años.
Debía ser un error, seguramente faltaba un número delante o detrás del 5.
¡Cómo la Justicia Argentina iba a indagar por el hurto a un chico de cinco años!…
No había error. Citaban a un ladrón que era cabecilla de una banda llamada «los capos de la salita celeste».
Sorpresa, indignación, bronca, risa, vergüenza ajena, etc.
El fiscal no había reparado en la edad del imputado. La comisaría que tomó la denuncia no se había dado cuenta de la edad del denunciado. La madre (que es policía) no se había dado cuenta de que no podía denunciar a una criatura. La maestra que le confirmó que ese nene era el autor material del robo, no había sido testigo del hecho, y ni siquiera había visto el juguete en cuestión. Nadie tiene la menor idea de dónde está el muñeco.
¿Es que acaso lo tienen secuestrado para pedir un cuantioso rescate? ? A cuánto ascenderá la suma solicitada? ¿A 100.000 caramelos? ¿Un mega de confites? ¿Quizás la colección completa de las figuritas de Pokemon?
Por supuesto que se han levantado los cargos, se ha anulado todo lo actuado hasta ahora – ver nota –, pero, YA ESTÁ HECHO.
Hagan lo que hagan, digan lo que digan, el disgusto de la familia del acusado, lo que el chico pudo haber padecido con el careo con los padres de la víctima, con la maestra, con Dios y María Santísima (frase antigua si las hay), no va a desaparecer mágicamente.
Y ahora que escribo ésto, recuerdo que hace un tiempo, la justicia de la provincia de Córdoba condenó (creo que) a 2 años de prisión a un individuo que hurtó una moneda de $1,= para dar con éso un ejemplo de que la justicia es justa. No sólo a los ladrones de gallinas se los encarcela…
Nuestra Justicia ha dejado libres a los genocidas, a los que han vaciado el país, a los que lo entregaron, a los que se han robado todo lo que pudieron siempre y cuando fuera patrimonio de los argentinos, a los cómplices de todos los arriba mencionados…
Por éso el título de este blog: una mezcla de INJUSTICIA y de SIN JUSTICIA.
Ojalá que cambie… para mejor.