Ha pasado mucho tiempo desde la Segunda Guerra Mundial. El mundo entero se horrorizó cuando «descubrió» los campos de concentración alemanes. De todas maneras, creo que los gobiernos sí sabían de su existencia.
Luego, cuando «se descubrieron» campos de concentración en la Unión Soviética gracias al libro Archipiélago Gulag de Alexander Solzhenitsyn, todo el mundo se escandalizó. Incluidos los Estados Unidos.
Resulta que tiempo después, Norteamérica tiene cárceles contrarias a todas las normas humanitarias en Guantánamo.
Pero como si no alcanzase con éso, instaló varias «cárceles secretas» en diferentes paises.
Como si por el hecho de no estar en su propio territorio los dejara limpios de culpa y cargo.
Hitler justificaba los campos de exterminio (entre otras cosas) con el mismo tipo de argumento con el que Bush justifica sus ¿cárceles?.
Para establecer similitudes, ni siquiera necesito apelar a comentar sobre los «ataques preventivos» con los que uno justificaba la invasión de paises europeos y eurasiáticos, y el otro las invasiones a paises de América, Asia, África y Medio Oriente.
¿Tendrán alguna vez los gobiernos más «normalitos» del planeta los (como decimos en Argentina) huevos necesarios como para avisarle a los Estados Unidos que termine con la política de querer adueñarse del planeta tal como querían los seguidores de la idea del Tercer Reich?
Porque cuando sea tarde, va a ser muy tarde.
Críticas a nivel mundial.
respuesta sencilla: no!