En las agencias de publicidad, los creativos no siempre están en sintonía con el gusto de la gente, y por lo tanto producen publicidades que no gustan, no atraen, o simplemente no consiguen que el público asocie lo que vio y le gustó con una determinada marca.

Muchas veces hacen trabajos excelentes y gustan.

Pero ¿qué pasa cuando los creativos no se ponen de acuerdo con el área de asuntos legales de su cliente?

Sencillo. Se pueden generan publicidades como ésta, que apareció en el diario Clarín el martes 23 de mayo:

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Me hago una pregunta: ¿si contrato el seguro, me llevo la bandera, y cuando estoy festejando en mi auto, manejando con una mano (la derecha), mientras con dos dedos toco bocina y tengo en la mano izquierda la bandera que los de HSBC Auto Scoring me regalaron y que hago ondear por encima del techo tengo un accidente… me cubrirá el siniestro?

Supongo que no pretenderán calificar de «conducción imprudente» mi estilo conductivo. Fueron ellos los que me sugirieron que lo hiciera.

Decididamente, es una publicidad desastrosa.